12.20.2008
Graná
12.19.2008
The first thing that every killer read is...
...Catcher in the rye...
" Era un taxi viejísimo que olía como si alguien hubiera acabado de vomitar dentro. Siempre me toca uno de ésos cuando voy a algún lado de noche. Pero más deprimente todavía era que las calles estuvieran tan tristes y solitarias a pesar de ser sábado. Apenas se veía a nadie. De vez en cuando cruzaban un hombre y una mujer abrazados por la cintura, o una pandilla de tipos riéndose como hienas de algo que apuesto la cabeza a que no tenía la menor gracia. Nueva York es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de distancia, y hace que uno se sienta aún más triste y deprimido. En el fondo, lo que me hubiera gustado habría sido ir a casa un rato y charlar con Phoebe. Pero, en fin, como les iba diciendo, subí al taxi, y pronto el taxista empezó a darme un poco de conversación. Se llamaba Howitz y era mucho más simpático que el anterior. Por eso se me ocurrió que a lo mejor sabía lo de los patos.
-Dígame, Howitz -le dije-. ¿Pasa usted muchas veces junto al lago del Central Park?
-¿Qué?
-El lago, sabe. Ese lago pequeño que hay cerca de Central South Park. Donde están los patos. ¿Sabe, no?
-Sí. ¿Qué pasa con ese lago?
-¿ Se acuerda de esos patos que hay siempre nadando ahí ? Sobre todo en primavera. ¿Sabe usted por casualidad dónde van en invierno ?
-Adónde va , ¿quién?
-Los patos. ¿ Lo sabe usted, por casualidad? ¿Viene alguien a llevárselos a alguna parte en un camión o se van ellos por su cuenta al sur, o qué hacen?
El tal Howitz volvió la cabeza en redondo para mirarme. Tenía muy poca paciencia, pero no era mala persona. -¿Cómo quiere que lo sepa? -me dijo-. ¿Cómo quiere que sepa semejante estupidez ?
-Bueno, no se enoje por eso.
-¿Quién se enoja? Nadie se enoja.
Decidí que si iba a tomarse las cosas tan a pecho, mejor era no hablar. Pero fue él quien sacó de nuevo la conversación. Volvió otra vez la cabeza en redondo y me dijo:
-Los peces son los que no se van a ninguna parte. Los peces se quedan en el lago. Esos sí que no se mueven."
Me dicen que está sobrevalorado, que es típico, que está de moda que te guste y decir que es tu libro favorito...da igual, lo relees y siempre es como el primer día...
" Era un taxi viejísimo que olía como si alguien hubiera acabado de vomitar dentro. Siempre me toca uno de ésos cuando voy a algún lado de noche. Pero más deprimente todavía era que las calles estuvieran tan tristes y solitarias a pesar de ser sábado. Apenas se veía a nadie. De vez en cuando cruzaban un hombre y una mujer abrazados por la cintura, o una pandilla de tipos riéndose como hienas de algo que apuesto la cabeza a que no tenía la menor gracia. Nueva York es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de distancia, y hace que uno se sienta aún más triste y deprimido. En el fondo, lo que me hubiera gustado habría sido ir a casa un rato y charlar con Phoebe. Pero, en fin, como les iba diciendo, subí al taxi, y pronto el taxista empezó a darme un poco de conversación. Se llamaba Howitz y era mucho más simpático que el anterior. Por eso se me ocurrió que a lo mejor sabía lo de los patos.
-Dígame, Howitz -le dije-. ¿Pasa usted muchas veces junto al lago del Central Park?
-¿Qué?
-El lago, sabe. Ese lago pequeño que hay cerca de Central South Park. Donde están los patos. ¿Sabe, no?
-Sí. ¿Qué pasa con ese lago?
-¿ Se acuerda de esos patos que hay siempre nadando ahí ? Sobre todo en primavera. ¿Sabe usted por casualidad dónde van en invierno ?
-Adónde va , ¿quién?
-Los patos. ¿ Lo sabe usted, por casualidad? ¿Viene alguien a llevárselos a alguna parte en un camión o se van ellos por su cuenta al sur, o qué hacen?
El tal Howitz volvió la cabeza en redondo para mirarme. Tenía muy poca paciencia, pero no era mala persona. -¿Cómo quiere que lo sepa? -me dijo-. ¿Cómo quiere que sepa semejante estupidez ?
-Bueno, no se enoje por eso.
-¿Quién se enoja? Nadie se enoja.
Decidí que si iba a tomarse las cosas tan a pecho, mejor era no hablar. Pero fue él quien sacó de nuevo la conversación. Volvió otra vez la cabeza en redondo y me dijo:
-Los peces son los que no se van a ninguna parte. Los peces se quedan en el lago. Esos sí que no se mueven."
Me dicen que está sobrevalorado, que es típico, que está de moda que te guste y decir que es tu libro favorito...da igual, lo relees y siempre es como el primer día...
12.18.2008
...and you've been so busy lately
That you havent found the time
To open up your mind
And watch the world spinning gently out of time
Feel the sunshine on your face
Its in a computer now
Gone are the future way out in space
12.17.2008
Crónica de una groupie cabreada
Las entradas para ver a Vetusta Morla el jueves en Madrid se agotaron a la hora de ponerlas a la v
enta. Fue justo la hora que estuve durmiendo porque apagué el despertador. Odio quedarme sin entradas para conciertos que me gustan, más aún si sé que en ese concierto habrá todo tipo de fauna poppie/indie/moderna que sólo irán para lucir sus bonitos vestidos tricolor, su pintalabios color carmín y su corte de pelo flequillesco y champiñonero.
En fin, tengo soluciones ya, ir a verlos a Logroño. Las groupies nunca nos rendimos.
En fin, tengo soluciones ya, ir a verlos a Logroño. Las groupies nunca nos rendimos.
12.02.2008
Personas serias
Y mi vida sería más sencilla si consiguiera explicar lo que pasa. Los que dicen frases como esa suelen tener razón. Son las personas serias. Seguro que más de una vez os habéis cruzado con un ejemplar de esa especie. Suelen ser personas que tienen prisa, que se estresan, que toman pastillas, que hablan rápido, que se acuestan temprano, que trabajan mucho, que estudian mucho, que tienen muchos amigos, que hablan por teléfono a todas horas, que se lo pasan tan bien, que dicen que se lo pasan tan bien, que tienen la verdad universal.
Yo, personalmente, no tengo nada en contra de ellas, que ya es decir. Le tengo manía a otro tipo de personas. Tengo una vena nazi que no puedo evitar, lo siento. Las serias sólo me dan pena. Yo soy de las personas tranquilas, apáticas, y otros tantos adjetivos acabados en –as sinónimos elegantes de pasota.
Personas serias, en ese vocativo tan inútil que nunca salía en los textos de latín, no me caéis mal, pero dejad de joder.
Yo, personalmente, no tengo nada en contra de ellas, que ya es decir. Le tengo manía a otro tipo de personas. Tengo una vena nazi que no puedo evitar, lo siento. Las serias sólo me dan pena. Yo soy de las personas tranquilas, apáticas, y otros tantos adjetivos acabados en –as sinónimos elegantes de pasota.
Personas serias, en ese vocativo tan inútil que nunca salía en los textos de latín, no me caéis mal, pero dejad de joder.
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