Las entradas para ver a Vetusta Morla el jueves en Madrid se agotaron a la hora de ponerlas a la venta. Fue justo la hora que estuve durmiendo porque apagué el despertador. Odio quedarme sin entradas para conciertos que me gustan, más aún si sé que en ese concierto habrá todo tipo de fauna poppie/indie/moderna que sólo irán para lucir sus bonitos vestidos tricolor, su pintalabios color carmín y su corte de pelo flequillesco y champiñonero.
En fin, tengo soluciones ya, ir a verlos a Logroño. Las groupies nunca nos rendimos.
En fin, tengo soluciones ya, ir a verlos a Logroño. Las groupies nunca nos rendimos.
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