Naricita y Princesita

Un niño y una niña juegan en un parque pero no entre ellos, aunque de vez en cuando se miran de reojo. Ella está haciendo castillos con la arena y él está mirando al tobogán sin terminar de decidirse...

- ¡Hola! Sí, tú...el del tobogán...¿quieres un sugus de piña?
- Mi madre me ha dicho que no debo aceptar cosas de desconocidos...
- Pero yo soy una niña y te ofrezco un sugus...qué tiene eso de malo.
- Pues que todavía no me fío de ti...
- ¿Fiar? ¿Esa palabra la conocen los niños? Anda ya...
- Pero es que yo soy un niño bien
- Sí claro, tan niño bien que no eres capaz de subirte al tobogán...
- ¡Cállate! No tengo miedo...y tú qué...haciendo figuras tontas con la arena y tocándote los coditos, como si eso fuera gran cosa...
- Perdona pero no son figuras tontas, son castillos de princesa...
- Eso es que has visto muchas pelis de Disney, yo en cambio como soy un niño bien veo Falcon Crest
- Pero no eres capaz de subirte al tobogán...
- Y dale...por qué eres tan mala conmigo...
- No soy mala, sólo quiero que te lances
- Me gustan las mandarinas ¿y a ti?
- Mucho, y el chocolate blanco.

- ¿Sabes? hoy es mi cumpleaños...
- ¡Oh! ¡Felicidades! ¿no me vas a invitar a gusanitos rojos?
- Oye que es mi cumple...regálame algo tú...
- Mmmmm, ¿te puedo regalar un beso en la nariz?
- ¿Me dolerá?
- Claro que no...mira...
- Oh, sienta bien...¿me das otro?
- Sí...pero en la frente...tiene cosas que me gustan....
- Todos miran...y tú no lo has hecho...
- ¿Entonces te fías ya de mí?
- No sé...puede que con otro beso...
- Niños...
- Ok, ok, me fío de ti...
- Entonces dame la mano...

Ella le ayudó a subirse al tobogán y se tiraron juntos y abrazados el uno al otro. Y desde que ella le obligó a deslizarse, los dos niños no han podido separarse...